lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween


Hoy es Halloween, o como originariamente se llamaba, All Hallows Eve que significa literalmente la "Víspera de todos los Santos", lo que pasa es que fue degenerando hasta la palabra que conocemos actualmente, así que aprovecho para hacer una entrada y contaros el origen de esta fiesta, ya que me encuentro con mucha gente que sólo conoce la parte "americana" y me parece una pena.

El origen se remonta a hace unos 2500 años cuando los celtas habitaban en las islas británicas, antes de la llegada de los romanos y de la expansión del cristianismo. Para los celtas la noche del 31 de Octubre suponía el paso de la estación de verano a la de invierno. Además, creían que en esta noche el portal entre el mundo de los vivos y de los muertos se abría y los espíritus podían vagar por la tierra. Era una fiesta de honra a los difuntos, aunque como no todos los espíritus eran buenos, se disfrazaban para no ser descubiertos por ellos y no ser víctimas de sus travesuras.
Fue más adelante, en el siglo XIX durante una época de hambruna en Irlanda que produjo una gran migración hacia América, que se extendió la tradición a los Estados Unidos.

Hace poco en un programa de estos de reportajes en la tele, me enteré de que la noche del 31 de Octubre se llamaba Samhain y curiosamente, en Galicia, se celebra la fiesta del Samhain, en la que la gente se disfraza de una manera similar a como lo hacen en Halloween. Los vecinos que estaban celebrando esta fiesta reclamaban que era el Samhain lo que había que celebrar y no Halloween, sin darse cuenta de que son la misma fiesta y tienen los mismos orígenes.

No quiero alargarme en la entrada. Que disfrutéis de la noche de Halloween, o de All Hallows Eve, o Samhain... O como queráis llamarlo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Proverbio africano

"Vosotros, los europeos, tenéis los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo."

Este proverbio no requiere ni mucha explicación ni reflexión. Ya es una reflexión en sí mismo. Cuantisimas veces no somos esclavos del reloj y no disfrutamos realmente de lo que está sucediendo: vamos corriendo a trabajar y estamos pensando que a ver cuándo llega el descanso. Cuando por fin llega miramos con ansia el reloj porque queremos que dure más. Más adelante nos agobiamos porque hemos quedado con alguien pero tenemos que ir a comprar lo que sea antes de que cierren las tiendas...

En vacaciones me encanta quitarme el reloj y no saber la hora que es (a no ser que haya quedado con alguien a una hora determinada, claro, pero sin agobios). Al principio me costó mucho porque me daba la sensación de faltarme información. Pero al poco tiempo me acostumbré y ahora, en cuanto llegan fiestas, no me preocupo por el reloj. Claro, tambien es verdad que mi trabajo me obliga a ser muy cuidadosa con la hora que es y los tiempos para cada cosa, por eso creo que me produce alivio cuando no soy esclava de la hora.

Pero no es bueno hacerlo solo en vacaciones. Tenemos que aprender a disfrutar de cada momento del día por pequeño que sea: esa comida tan buena (o tan mala, o tan salada, o tan... Pero qué suerte que tenemos comida), el estar con los compañeros y amigos y familia, ese frío que te hace ser consciente de cada parte de tu cuerpo (y te das cuenta de que no eres tan pequeñito como creías porque eres incapaz de abrazarte enterito para no tener frío)... Y muchas pequeñas cosas mas a las que no damos importancia pero que están ahí y hay que saber disfrutarlas. Qué bonito es aprender a dar gracias por todas esas cosas y no sólo disfrutar del tiempo cuando son vacaciones.

¿Y vosotros tenéis el tiempo o sólo los relojes?

domingo, 16 de octubre de 2011

Salmón marinado


Hoy le toca el turno a una receta muy muy fácil de hacer y que a la vez está buenísima. Se trata del salmón marinado. Para quien no lo sepa, es una salazón (como el salmón ahumado, las anchoas en vinagre, las salmueras...), y puesto que el pescado no se va a someter a altas temperaturas, para evitar problemas con el anisakis, es recomendable congelar el pescado antes de prepararlo (yo lo dejo una semana).

TIEMPO: 15 minutos de preparación y 36 horas en el frigorífico.

DIFICULTAD: muy fácil no, facilísimo.

INGREDIENTES:
- un lomo de salmón limpio (o medio), sin espinas pero con la piel y desescamado. Por lo menos que sea de 1 kilo. En la pescadería del Mercadona (que es donde compré este) tienen preparados lomos de salmón limpios,y lo único que les tenéis que pedir es que os quiten bien las escamas.
- sal gorda y azúcar en la misma medida. Para esta receta suelo utilizar azúcar blanca, pero lo tengo que probar con azúcar moreno que es el que gasto normalmente. Para las medidas tened en cuenta que con el preparado vamos a cubrir todo el lomo así que, aproximadamente para un lomo de 1 kilo, podríamos necesitar 1/2 de sal y otro 1/2 de azúcar (dos vasos de agua de cada), pero si sobra no pasa nada porque se puede guardar para otra ocasión.
- eneldo. Esta especia me encanta. Tiene un sabor tirando a dulce que va bien con cualquier pescado, así que no dudéis en comprarla si no la tenéis porque la podréis usar en más ocasiones.

PASOS:
1- Mezclar la sal gorda, el azúcar y un puñado de eneldo (este último al gusto). He visto por otros sitios, que hay quien hace la mezcla sólo con la sal y el azúcar y luego, después de marinado, es cuando le echan eneldo a cada filete que sacan, pero a mí me gusta mezclaron todo.
2- Coger un recipiente en el que nos quepa el trozo de salmón bien extendido, y poner una base de la mezcla que hemos hecho con la sal, el azúcar y el eneldo.
3- Secar el filete de salmón con un papel absorvente y ponerlo sobre esa base con la piel hacia abajo. En el proceso, el pescado va a soltar mucha agua, por eso le quitamos la que pueda tener de arranque.
También podemos aprovechar para quitar espinas si las hay.
Después de 36 horas. Como lo sequé,
el agua que veis era gelatinosa
y no se la quité.
4- Cubrir totalmente con la mezcla prensando bien con las manos, cubrir el recipiente con papel film, y meter al frigorífico durante un período de 24 a 48 horas, dependiendo de cómo de seco queramos el pescado (a más tiempo, más seco quedará).
Hay quien para acelerar el proceso de secado pone peso encima del salmón: cajas de leche o zumo, pero yo no le pongo. Lo que sí hay que ir mirando, es el líquido que va a soltar el salmón e irlo retirando si vemos que es demasiado.
5- Por último, cuando esté hecho, lavarlo suavemente con agua para quitarle bien la sal y el azúcar. Para conservarlo, siempre en el frigo bien cubierto con papel film.
Así queda. Se puede comer solo en lonchas cortadas al bies,
o en tacos con gulas, o en tostas... ¡¡¡está buenísimo con todo!!!

¡Y a disfrutar!

Si tenéis otra manera de hacerlo o cualquier sugerencia espero que me lo comentéis. Si no lo habéis probado nunca os lo recomiendo, ya véis que es un plato muy fácil de hacer y que tiene múltiples usos: en tostadas, ensaladas, añadido a cualquier plato...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Bizcocho de naranja (muy fácil)

¿A que tiene buena pinta? Pues si queréis saber cómo se hace
seguid leyendo ¡¡que es muy fácil!!
Ahora que va llegando el frío es el mejor momento para hacer bizcochos: se calienta la cocina y encima tenemos desayuno-merienda-postre para varios días.

TIEMPO: 45 minutos (15 reales porque los otros 30 son de horneado y no hay por qué estar delante del horno)

DIFICULTAD: fácil

INGREDIENTES:
Con este paquete tenemos
para 4 bizcochos
- harina para bizcocho del Mercadona (250 gramos)
- 4 huevos
- 1 yogur natural (lo podéis poner de limón para potenciar el sabor cítrico, pero os aseguro que ya la naranja le va a dar sabor)
- aceite (1/2 vaso de yogur)
- azúcar (1 vaso y 1/2 de yogur) yo utilizo azúcar moreno, pero puede ser blanco.
- 1 naranja entera
- mantequilla (para engrasar el molde)



CÓMO SE HACE:
Lo primero es dejarnos preparado todo lo que vamos a utilizar: el molde para el bizcocho, varillas, un bol, una ensaladera y un colador para tamizar la harina. Dejar precalentando el horno a unos 180 grados (aunque yo lo pongo a 200, pero depende de cada horno).

- Lavar muy bien la naranja, partirla en cachos y batir con piel y todo (cuidado, no echéis las pepitas).
Así queda la naranja batida

- Cogemos una nuez de mantequilla y engrasamos el molde para el bizcocho.
- En el bol echamos el yogur y el aceite.
- En la ensaladera ponemos los 4 huevos y el azúcar y batimos hasta que quede bien espumoso.
- Cuando esté bien batido echamos el yogur y el aceite que habíamos puesto en el bol y la naranja ya batida y volvemos a batir.
- Por último vamos añadiendo poco a poco la harina tamizada con el colador y mezclando. Tamizar es muy fácil: vamos echando la harina en el colador poco a poco y le vamos dando golpecitos para que se airee y no se formen grumos al mezclarlo con la masa.
Ahora lo que nos queda es poner la masa en el molde y meter al horno durante unos 30 minutos.

ANTES
DESPUÉS




IMPORTANTE: procurad no abrir el horno mientras se hace porque al entrar aire frío el bizcocho no sube.

- Cuando creáis que está hecho, cogemos una aguja o el palo de un pincho moruno y pinchamos el bizcocho: si sale limpio es que ya está hecho. Lo sacáis del molde con cuidado, que estará muy caliente, y lo ponéis en un plato. Cuando se enfríe cubridlo con papel film para conservarlo.

Probadlo que está buenísimo y ya me contaréis.

Y en breve otra receta: Salmón marinado, también muy fácil y buenísimo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Proverbio chino

"La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?"

Es una pregunta que tiene mucha miga: tendemos a prestar infinitamente más atención a la imagen externa que a cómo nos comportamos con los demás. Esto es algo que debemos cambiar ya mismo, puesto que de nada nos sirve la imagen exterior si no tenemos relaciones profundas con los demás. Claro, que esto dicho en una sociedad en la que te encuentras infinidad de anuncios sobre cremas milagrosas que rejuvenecen la piel, operaciones estéticas, modelos súper-cincelados (y qué bien cincelados, por otra parte, todo hay que decirlo), pues eso, que la gente enseguida te mira con cara de "peroqué mestás contando", así, en tres partes.

En fin, una reflexión. ¿Y vosotros qué pensáis?

domingo, 2 de octubre de 2011

"20th Century Boys" de Naoki Urasawa (no spoilers included, esto es, que no destripo nada)

Hoy escribo sobre una colección de manga que he leído y que me ha parecido toda una obra de arte, tanto en la historia y en la manera de contarla como en los dibujos. Tiene un misterio e intriga que te envuelve, e incluso puede hacerte reflexionar sobre ciertos aspectos de la actual sociedad en la que vivimos.
El manga, por si alguno no lo sabéis, se lee de derecha a izquierda en todos los aspectos. Es una bonita experiencia encontrarte leyendo "del revés" de forma natural. Es muy importante saber esto para no abrir el libro por el final y encontrarte con lo que no quieres ver, o simplemente para entender por qué no pillabas ese diálogo que habías releído ya 5 veces.

La historia de "20th Century Boys" (Chicos del Siglo XX) se centra en un grupo de personas ya adultas en el año 2000, que jugando de pequeños escribieron un "Libro de las Profecías". En ese año empiezan a pasar una serie de sucesos extraños y surge una organización misteriosa. Pronto se dan cuenta de que lo que está pasando es lo que ellos escribieron de niños pero no saben quién es el responsable (aunque la lista de sospechosos es corta porque poca gente conocía la existencia de ese libro). No os quiero hacer un resumen más detallado porque lo realmente interesante es ver cómo van sucediendo los hechos.

Durante los 22 volúmenes de la colección nos vamos acercando para conocer quién está realmente detrás de todo. Hay dos volúmenes complementarios, llamados "21st Century Boys" (Chicos del Siglo XXI), en los que nos aclaran varios misterios que van surgiendo a lo largo de la historia.
No os asustéis por los nombres de los personajes (obviamente japoneses), porque a lo largo de la historia os iréis familiarizando con ellos.

Por último, deciros que se han hecho 3 películas de este manga que no han llegado a España, pero realmente os recomiendo la lectura de la historia si tenéis la oportunidad. No os arrepentiréis.